Dormir demasiado o poco envejece el cerebro.
Un estudio recientemente divulgado en Inglaterra ha descubierto que dormir menos de seis horas y más de ocho tiene efectos a largo plazo en el cerebro: no sólo lo envejece tempranamente, sino que altera las capacidades cognitivas.
La investigación, publicada en la revista Sleep y realizada por un equipo de la Universidad de Londres, reveló que las personas que duermen mal entre los 35 y 55 años, al llegar a la vejez, tienen una disminución de sus capacidades cognitivas que equivalen a si tuvieran entre cuatro a siete años más de la edad que poseen.
El esfuerzo por conciliar el trabajo con la vida está causando que las personas disminuyan sus tiempos para dormir, con el fin de lograr todo lo que se espera de ellos.
El estudio partió en 1985 con un grupo de personas que luego fue evaluado durante 1997 y 1999, y posteriormente, en el período 2003. Revelando que en aquellos que mantuvieron patrones de sueño cercanos a las siete horas no había grandes cambios. Por el contrario, los que dijeron dormir menos de seis horas registraron puntuaciones más bajas en tres pruebas: razonamiento, vocabulario y en los estados cognitivos globales.